IMPRESIONES DE UNA TORTOGA

TODOS VIVIMOS BAJO EL MISMO CIELO, PERO NO TODOS , TENEMOS EL MISMO HORIZONTE

martes, 15 de febrero de 2011

¿SÍ O NO?


Cuando debes hacer una
elección y no la haces,
éso...¡ya es una elección!
(William James)

domingo, 13 de febrero de 2011

ENAMORADOS



Mi querido y adorado Leocá (Leo Carl):



No es nuevo que yo te diga ¡cuanto te quiero!, pero sí es nuevo que lo diga a "los cuatro vientos".

Tampoco es nuevo que no celebremos San Valetín, pués desde siempre acordamos no celebrar nada que nos viniera impuesto, síno que nosotros celebraríamos en cada momento y lugar lo que quisiéramos.

Así lo hemos hecho y a lo largo de estos veintitres años hemos celebrado muchas cosas, cosas importantes y cosas pequeñas desde un documento dificil de conseguir hasta, lo que para otr@s serían verdaderas tonterias.

Cuando brindamos nos preguntamos: _¿qué estamos celebrando? nos hemos puesto a pensar... ¡que estamos juntos!, simplemente que ¡estamos!, que han ingresado el paro, que has empezado a trabajar... cualquier cosa es suficiente motivo de celebración.

A veces cogemos una botella de champan que se quedó sin su descorchamiento en Navidad, otras cogemos el tinto de garrafa de la Cooperativa, pero lo importante es el motivo.

Nunca nos importó el "con qué" síno el "porqué" y así seguimos.

Ayer, me apetecía un vinito para el almuerzo y no había nada más que algunas cervezas, me dijiste:_ hay una botella de tinto de Reserva, que tengo guardada para celebrar el día que me dén la Nacionalidad, pero si quieres ¡la abro!.

Sé, que la habrías abierto para satisfacer mi deseo, pero no lo permití, tu Nacionalidad es importante para tí, para mí y para España, porque ganará contigo, no se arrepentirá de acogerte como hijo, porque no tendrá otro más honrrado y honesto que tú. Iguales, ¡sí! más ¡no!.

A lo largo de éstos años lo hemos tenido muy dificil, ha sido muy duro, hemos tenido problemas de todos los colores. Tenemos dos hijas preciosas por las que hemos luchado mucho y un nieto maravilloso que es el Príncipe de nuestras vidas. Nunca flaqueamos en nuestra convivencia, nunca conocimos una "crisis de pareja".

Recuerdo que cuando nos conocimos nadie daba "un duro" por nuestra relación. Nos presentó mi hermano y quedamos un día para tomar algo o ir al cine, me viniste a recoger en el carromato con el que trabajabas en el camping y paraste allí para recoger algo, al bajarte me diste un beso suave que rozó mis labios y sellaron en aquél breve instante, sin saberlo, un amor de los de "toda la vida".

Era Domingo, un 31 de Agosto y el jueves siguiente fuimos al juzgado a ver qué necesitábamos para casarnos.

Aquello fué un BOMBA para el mundo que nos rodeaba, los cimientos de la familia se tambalearon, la gente hablaba, todos comentaban, pero nosotros veníamos de vuelta de muchas cosas que el mundo ignoraba y supimos que el destino nos había unido por algún motivo desconocido hasta para nosotros. Íbamos con un cuaderno y un boli a todos los sitios, porque ni tú sabías español, ni yo sabía inglés, pero no hacía falta, nos entendíamos perfectamente con la mente, con el corazón y con el alma.

El 31 de Agosto del año siguiente estábamos casados y había nacido nuestra primera hija.

Aquél año fué vertiginoso, después surgieron problemas que quisiéramos olvidar, pero que nos marcaron para toda la vida, al poco vino nuestra segunda hija.

Leocá, no está la economía para muchos brindis, pero seguimos teniendo intacta la esperanza de que saldremos adelante, hemos luchado mucho para llegar hasta aquí y no vamos a dejar de brindar por cada uno de nuestros pequeños o grandes logros, pero este brindis ¡vá por tí!, porque me has querido y me quieres, porque me has mimado y me mimas, porque estás aquí, siempre, a mi lado, por ser como eres, genuino y auténtico, mi complemento perfecto.

TE QUIERO y TE QUIERO porque me siento libre contigo, porque me dejas el espacio vital que sabes que tanto necesito, poque no me asfixias, porque no me exiges, porque me dejas se yo misma.

TE QUIERO cuado estás y cuando no estás, cuando vás y cuando vienes.

Contigo me siento segura, nunca dudé.

TE QUIERO, Leocá, ¡por tantas cosas!.