IMPRESIONES DE UNA TORTOGA

TODOS VIVIMOS BAJO EL MISMO CIELO, PERO NO TODOS , TENEMOS EL MISMO HORIZONTE

lunes, 5 de julio de 2010

UN SEGUNDO DE FELICIDAD

Ayer me fusioné con Dios (llámalo Naturaleza, si quieres), sí, me fusioné en el Mar; primer día de playa, seis de la tarde, cansada, muy cansada después de dos semanas de intenso trabajo (el pintor en casa), entro en el Mar poco a poco, como Alfonsina y me vá impregnando una sensación de regresión al útero materno, el agua, sin extridencias, vá subiéndome el cuerpo, fresca al principio, aliviando el ardor de un verano ardiente recien estrenado; cálida, acogedoramente cálida y al final tibia, ligeramente tibia.

Me cuesta poco flotar, las olas me balancean suavemente, meciéndome y me dejo llevar.

Doy gracias a Dios por ése momento único, lo vivo y lo disfruto cómo si fuera lo último que me queda por hacer en la vida o lo primero, que en la fusión no hay un antes ni un después, sólo un AHORA, un flas, un sublime segundo de FELICIDAD.

1 comentario:

  1. La sensacion de formar parte del mar, confundido entre corrientes y olas, es comparable a pocas cosas. Incluso en la orilla, la suave brisa, el profundo olor a marisma y a salina, puede envolverte y trasladarte.

    Saludos.

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