IMPRESIONES DE UNA TORTOGA

TODOS VIVIMOS BAJO EL MISMO CIELO, PERO NO TODOS , TENEMOS EL MISMO HORIZONTE

viernes, 17 de septiembre de 2010

EL CUARTITO DE MI PADRE-2ª ENTREGA

Hoy, he vuelto a entrar en el cuartito de mi padre y me he podido fijar en otras cosas, curiosas algunas, muy curiosas. Empecemos por el moviliario; por ejemplo, la mesa....de formica rojiza y metálica, de la primera tele que tuvimos, en blanco y negro y con un transformador de energía, el cual pesaba un quintal, la mesa venía hasta con la repisita para ponerlo.

A la tele aquella, no sólo le transformábamos la energía de 125 a 200w, síno que éramos capaces de transformarla también ¡en color!. Sí, comprando en Portugal una pantalla de plástico con los colores básicos y echándole imaginación (en aquella época teníamos mucha) conseguiamos el "efecto color", que tardaría algunos años en llegar.

La 1ª tele en color que tuvimos la trajeron los Reyes, el año del 23F (no recuerdo, ahora mismo el año, lo siento) y superó la prueba de fuego al tenerla 48 horas encendida, las mismas que me llevé yo grabando con el "casete" (el sonido, claro). Por cierto os cuento una anédota, que me ocurrió : como estuve toda la noche grabando, el volumen de la tele estaba bajito y el de la grabadora (una "grundi" que me trajo mi tío de alemania y que perdí en un taller de reparación que había al final de Los Remedios) muy alto para poderla escuchar después, bueno pués, al día siguiente, cuando entró Tejero, descubrieron una cámara que no había dejado de grabar y que todos conoceis dichas imágenes. Era de día y el volumen de la tele estaba alto, logicamente. Cuando terminó todo, me puse a escucharlo desde el principio, pero no reparé en lo del volumen, escuchando me quedé dormida, cuando entró Tejero, me dí un susto y pegué un salto, que por un momento pensé que el puñetero estaba entrando en casa. Y, dicho lo cual, no me enrrollo más, que me parezco a Sanchez Dragó, con paréntesis de paginas enteras.

Íbamos por el moviliario del cuartito ¿no?, hay un mueble desvencijado que guarda TBOS y algunos coleccionables de mis hermanos, sin ninguna importancia para mí, porque pertenecen a sus recuerdos y no al mío. Hay una cómoda antigua (de cuando se casó mi madre) que se quedó de color azul, ése fué el último que le puse, pero pasó por muchos, por una gama bastante variada; desde el marrón original de la madera, pasando por el amarillo huevo, de cuando empapelé la habitación con rositas amarillas ¡qué acogedora estaba mi habitación entoces!, luego fué roja, como yo, cuando me hice mayor y me cambió el caracter volviéndome más agresiva, transgresora y reivindicativa. (El 75 me cogió en Sevilla, pero éso dá para otra entrada). No mezclemos los acontecimientos, que cada uno tiene su lugar en la historia.

En un cajón de la cómoda hay un traje de flamenca, gitana o faralaes, por el que me dieron, en la Romería de San Mamés de aquél año, el premio a la originalidad. (Lástima que no sepa escanear ní subir fotos, porque íbais a flipar).

Encima del mueble hay unos papeles escritos a máquina, una máquina que, hasta hace unos meses, mi padre usó y que debe tener unos 40 años, con la que ha escrito su vida, la de mi madre y la de sus antepasados, hasta llegar a nuestros días (cuatro tomos y a dos dedos) Ésa máquina, su "portatil", superó un accidente de tráfico donde quedó maltrecha, igual que la pierna de mi padre, pero las dos fueron reparadas.

Ésos papelitos escritos a máquina, llenos de polvo, tanto que me costó trabajo leerlos, tienen una piedra cada uno encima.

1ª lectura:Piedra cogida en la ciudad de Cesarea, en un teatro romano Augusto. 3 de noviembre de 1993.
2ª lectura:Piedra cogida en la ciudad de Cafarnaún, de las ruinas de la casa donde vivió Pedro con su familia. 4 de noviembre de 1993
3ª lectura:Piedra cogida de dentro del Mar de Galilea, donde Jesús hizo la pesca milagrosa. 4 de noviembre de 1993
4ªLectura:Piedra cogida del Monte Tabor, sitio de la transfiguración de Jesús, fortaleza que realizaron las cruzadas. 4 de noviembre de 1993
5ª Lectura:gorro judío para entrar en la Sinagoga y al Muro de las Lamentaciones, dentro tiene una bolsita con tierra y hojas de los olivos del huerto de Getsemaní, donde Jesús y su familia tenían la costumbre de pernoctar cuando llegaban a Jerusalén y donde lo prendieron para crucificarlo. 6 de noviembre de 1993
6ª Lectura:Piedra cogida en el Mar Muerto, en el desierto de Israél, junto a la frontera con Jordania. 7 de noviembre de 1993

No me direis que no es una especie de museo, el cuartito de mi padre, entre los recuerdos y la arqueología. Lleno de polvo, ¡sí! un polvo espeso y grasiento depositado allí por la paciencia del tiempo, sin prisas, habiendo cruzado, hasta el umbral de un siglo.

martes, 14 de septiembre de 2010

Pablo Coelho- Cerrando Circulos -

OS DEDICO ESTE VIDEO, EL CUAL, ME PARECE, QUE NOS DA BUENOS Y DECISIVOS CONSEJOS.

ESPERO QUE NO TENGAIS PROBLEMAS PARA VERLO. ES EL SEGUNDO QUE INSERTO Y EN EL PRIMERO NO SUPE ESCRIBIR, DENTRO DE LA MISMA ENTRADA.

SIEMPRE QUE VEO ALGO QUE ME GUSTA, PIENSO EN VOSOTR@S. SERÁ POR ALGO.

domingo, 12 de septiembre de 2010

FIN DE SEMANA ENTRE RISA Y RECUERDOS

El fín de semana ha sido largo....¡muuuy laaargo!, porque 24 horas no pasan de igual manera en todas las situaciones. ¿Existe el tiempo?¿cómo hay tanta diferencia, según qué circunstancias?.
Este "finde"me tocó cuidar a mis padres y he terminado exausta. (Ya sabeis que a mi madre hay que cuidarla como a un niño pequeño, pañales, comida, etc.) Mi padre, quiere colaborar y el pobre, estorba más que ayuda, pero....¿quién se lo dice?.
Me formé un lío con la silla, la grua de levantarla y mi padre, que los chorreones de sudor me resbalaban por la frente yendo a parar a las gafas, cuando íba consiguiendo mi objetivo de sentarla.....¡imaginar algo, un tanto escatológico!, la tuve que dejar, literalmente, colgada un rato y vuelta a la cama para limpiarla. Le he dado más vueltas que a una croqueta. Me acordé del amigo Naranjito, que tiene tanta gracia, para darle comicidad a situaciones, un tanto complicadas y para suavizar la situación, se me ocurre contarle a mi madre lo de la gata Lola y la paloma, ¡qué susto! casi se me ahoga de la risa. Lo terminé de arreglar con el comentario de AdP ¿qué había hecho con las otras seis vidas?. No os podeis imaginar todos riendo y mi madre colgada de la grua.
Pasado éste momento, que fué para "los videos de 1ª" ¿os acordais?, me fuí al lavadero a poner la lavadora (valga la redundancia) y, al lado tiene mi padre un cuartito con parte de sus recuerdos.
Libros amarillentos por el tiempo, ése tiempo que no está claro si existe o no, pero que es inexorable y hace extragos en las personas y en las cosas.
Novelas del FBI amarronadas por los años.
Periódicos con aspectos de quemados, donde han quedado obsoletos los anuncios y olvidadas las noticias.
Máquinas de fotos pasadas de moda, pero que fueron "de última generación" en su momento.
Unos prismáticos, no...¡sus prismáticos! ésos con los que divisábamos los Picos de Aroche, cuando nos llevaba a La Contienda ( una finca enorme de monte y matorral donde se hacían grandes monterías de javalíes) no sé si se siguen haciendo. Allí me enseñó mi padre un monte donde todo era orégano ¡lo juro!.
Las Contiendas cogian tres pueblos y dos paises, Encinasola, Aroche y uno portugues que no recuerdo el nombre. A veces, nos sentábamos en un mojón de linde con un píe en Portugal y otro en España. Aquello, siempre nos hacía ilusión, pero con lo que, realmente disfrutaban mis hermanos, era, cuando con los piés en España llegaba la meada a Portugal. Éso era inaudito, se lo pasaban en grande.
Dentro de Los Picos de Aroche, creo, hay una finca llamada Las Peñas, que es impresionante, allí sí que usábamos los prismáticos, era fantástica la visión que se tenía. Costaba subir, pero llegábamos con la ayuda de Juán Rizo, que conocía aquello como la palma de su mano. Con las aguilas reales sobre nuestras cabezas, la bajada era bastante divertida: nos sentábamos en las hojas secas y nos dejábamos resbalar.
Había una amplia cueva, donde se escondieron, algunos "rojos" cuando la guerra y allí hicimos más de una candela para asar el magro exquisito de la sierra y las salchichas de aguardiente. Un día, mi hermano con "el ansia joiaporcula", que diría él, se quemó la boca con un ascua que íba prendida a la salchicha.
Cogíamos madroños que no nos comíamos, porque, al ser silvestres, eran bastante ácidos, pero el placer de cogerlos.....no nos lo quitaba nadie, ní los jabatos, siendo su comida preferida.
También he visto en el cuartito, un transistor, donde siempre oí RNE, que era lo que mi padre escuchaba. Yo, he seguido la tradición, pero, sólo los fines de semana (los que puedo) escuchando, que no oyendo, a mi Pepa Fernandez y mis "amigos" de toda la vida: Íñigo, Aberasturi y don Pancracio Cebrian, entre otros.
¡Ahora! lo que me hizo llorar de emoción, fué ¡la cantimplora!,ésa cantimplora, que lo acompañó en tantos fuegos (algún día contaré lo de los fuegos), la que nunca olvidó traérmela llena de agua de cualquier manantial, en cualquier sierra perdida.
Lo pienso y me dá sed, sed de aquél agua fresca y dulce salida de las entrañas de la tierra, exclusivamente para mí, sed de recuerdos que evocan algunos objetos, que se quedan ahí, como inexistentes, cómo invisibles, hasta que un día los descubres y te hacen retroceder en el tiempo. Ése tiempo que yo, sigo sin saber si existe o no.
No quiero cansar al personal, pero amenazo con una 2ª entrega de los recuerdos del cuartito de mi padre.
Hay que ver lo que dá de sí un fin de semana, a veces, ¿verdad?.