IMPRESIONES DE UNA TORTOGA

TODOS VIVIMOS BAJO EL MISMO CIELO, PERO NO TODOS , TENEMOS EL MISMO HORIZONTE

sábado, 9 de octubre de 2010

BERTHA



Mi hija Bertha Dyllis. Si alguien la vé por Sevilla, le pido que me la cuide, porque es uno de mis grandes tesoros.


PARA TÍ

"LUCHA POR TUS SUEÑOS O LOS DEMÁS TE IMPONDRÁN LOS SUYOS".


(Paulo Coelho)

miércoles, 6 de octubre de 2010

LA MARIPOSA AZUL



Un anciano sabio vivía en lo alto de una montaña.

Tenía dos jóvenes discípulos, muy deseosos de aprender y muy inteligentes.

El sabio siempre respondía a todas las preguntas, sin dudar.

Jamás dudaba.

Con el tiempo, los discípulos decidieron inventar una pregunta que el anciano no supiera responder.

Uno de los jóvenes capturó una mariposa azul y dijo al otro:

-Voy a esconder la mariposa en mi mano derecha, le pregúntaré al Maestro si está viva o muerta.

Si dice que está muerta, abriré mi mano y la dejaré volar.

Si dice que viva, la apretaré y la aplastaré.

Cualquiera que séa la respuesta, ¡será una respuesta equivocada!.

Vieron llegar al anciano. ¡Era el momento!.

-Tengo aquí una mariposa azul-

Se dirigió a él aquél joven.

-Dígame, Maestro, ¿está viva o muerta?

¡DEPENDE DE TÍ!

Sonrió, calmadamente el sabio.

-¡Élla está en tus manos!









MORALEJA.......¿CUAL ES VUESTRA MORALEJA?

lunes, 4 de octubre de 2010

EL TIRACHINAS


En el cuartito de mi padre, ya no queda nada que sacar a relucir, pero encontré en un cajón un tirachinas idéntico a este que muestro en la foto, era de mis hermanos y se me han venido a la cabeza ése montón de juegos que teníamos para distraernos, siempre en la calle, eran juegos muy participativos.
Los niños jugaban con el tirachinas, a la maula (éste era una especie de pincho de hierro o algún material que pesara un poco, un buén palo, podía servir y lo tiraban, de forma que quedara pinchado en la tierra, lo más lejos posible). Curiosamente, no recuerdo que nadie se sacara un ojo o cualquier otro accidente.
El aro que rodaban con un alambre curbado en un extremo para sujetarlo. Jugaban a los indios en los cercados cercanos al pueblo, al balón, las bicis, a la piola (uno se ponía agachado con los codos en las rodillas y el otro saltaba por encima, éste se ponía en la posición del otro y así avanzaban intercambiándose).
Las niñas jugábamos a los cromos (pegando un pellizco para ahuecarlos y que se volvieran con más facilidad).
A la comba (una en cada extremo de la cuerda y las demás saltando dentro, de una en una, de dos en dos, de distintas formas y maneras).
A las dos, tres e, incluso cuatro pelotitas pequeñas, tan pequeñas que todas nos cabían en una mano, las lanzábamos a la pared (o testero, según el lugar) cómo si fuésemos expertas malabaristas, a la que se le caía una pelotita, era remplazada por la siguiente niña. Así participábamos todas.
Jugábamos a las cuatro esquinas (una se quedaba en el centro e íba preguntando, acercándose a una de las cuatro que había en cada esquina ¿tiene usted candela? y mientras élla te contestaba, señalando a una de las otras tres ¡en aquella casa humea!, las otras dos tenían que intercambiar las esquinas y si la que preguntaba era más rápida y ocupaba una de las esquinas, que, por unos segundos, estaba libre, ganaba y vuelta a empezar.
Jugábamos a las princesas, a las casitas, al yo yo, al diabolo, a los recortables. Hacíamos columpios en los olivos cercanos al pueblo, unos con cuerdas y otros......con las manos bastaba para balancearnos, dependía de la forma y tamaño de dichos olivos.
Nos divertíamos muchísimo y no nos aburríamos nunca, merendábamos, jugando, el pan con chocolate (nunca, curiosamente, se terminaba el pan o el chocolate antes, siempre venía justo, último trozito de chocolate, último trozo de pan). Siempre estábamos en la calle, sin cascos, ni rodilleras, ni coderas, ¡ ni falta que nos hacía!.
Un día, se cayó un niño de un olivo y se dislocó un brazo, mi hermano le dió un tirón y como le dolía tanto él pensaba que se lo había roto, se fué a casa a esconderse, sin decir ni pío, al niño se lo llevaron al médico y le dijo que el hueso había estado fuera de su lugar y que "misteriosamente", se le había colado en su sitio, al poco nos enteramos de que el milagro lo "hizo" mi hermano.
Nos divertíamos mucho con todos estos juegos y lo mejor de todo era que, casi todos los realizábamos cantando.
En una segunda entrega os cuento algunos otros, con sus canciones incluidas.
¿Cuales eran vuestros juegos favoritos?