Alguien llega de Marruecos y me cuenta una curiosa historia sobre, como ven, ciertas tribus del desierto el pecado original.
Estaba Eva paseando por el jardín del Edén, cuando se le acercó la serpiente.
"Come de esta manzana", dijo la serpiente.
Eva, muy bién enseñada por Dios, se negó.
"Come de esta manzana - insistió la serpiente-,
necesitas ser más hermosa para tu hombre".
"No lo necesito -respondió Eva -, porque él no tiene otra mujer, aparte de mí".
La serpiente se rió:
"Claro que la tiene".
Y, como Eva no la creía, la llevó hasta lo alto de una colina, donde había un pozo.
"Está dentro de esta caverna; Adán la ha escondido allí".
Eva se asomó y vió, reflejada en el agua del pozo, a una bella mujer.
Entonces comió de la manzana que le ofrecía la serpiente.
Según esta misma tribu de Marruecos, vuelve al Paraiso todo aquél que se reconoce en el reflejo del pozo y no tiene miedo de sí mismo.
Es embrujadora la forma en que el diablo engaña a la ingenua Eva.
ResponderEliminarQué estaría haciendo Adán en ese instante?
Tal vez estaría observándose en otro poso pensando que Eva lo engañaba.
Hay muchísimos diablos usurpadores de inocencia en nuestro mundo actual.
Abrazos y besos desde esa Copenhague aún letargada.
Ian.
No hay peor engaño que el que nos hacemos a nosotros mismos, haciéndonos creer que no valemos para algo, que no somos capaces...
ResponderEliminarEs más creíble esta versión sobre la salida del paraíso.
Gracias por compartirla.
Un abrazo
Ultimamente es un baño de relax, visitarte, querida tortuga, un bálsamo leer estos fantásticos retazos de sensibilidad. Besos.
ResponderEliminarJoé Tortuguila, como sigas contandonos estas cosas tendré que revisar mis libritos de história. Y mi colega Don Adan pensando eso de "seguro que mi parienta se está poniendo guapa para salir los dos "SOLOS" esta tarde de marcha". !que tarde se inventaron los espejos! Siempre hay una bicha cerca para hacrenos la puñetas a los hombres, que por otro lado somos los "reyes de la creación". Las reinas sois ustedes las mujeres, y las princesas, las infantas, las ...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu inteligente , imaginativo y magnifico blog, te sigo con interés.
ResponderEliminar¿Qué destruimos antes? ¿El pozo, la serpiente, la manzana, al diablo, a Dios, a Adan, a Eva o a todos al mismo tiempo? ¿Por qué el ser humano siempre tiene dudas? ¡Basta ya de tantas preguntas! Un saludo.
ResponderEliminarQuerida tortu, esta manera de contar la historia se me hace más creible que la otra. Cuanta verdad hay en ella.Qué poderosos son los miedos que nos hacen perder hasta nuestro propio paraiso interior.
ResponderEliminarMe encanta tu entrada, muchas gracias.
Besos.
Mucha virtud y verdad en tu escrito
ResponderEliminarme encanta la manera que tienes al definir
una cosa como es el engaño de la maldad
que nos hace flaquear en el caminar de nuestro
paraiso interior...
Un fuerte abrazo besos que tengas
un feliz fin de semana amiga...
Querida tortugita me gusta mucho la entrada que as hecho de eva con la manzana , y que razón tienen tus amigos a la hora de comentar la entrada.
ResponderEliminarQuiero decirte que por favor me perdones por haberte descuidado un poquito , y que no me olvido de ninguno de vosotros , y que yo tenbien te hecho mucho de menos amiguita ,pero es que el cuento y otros menesteres no medejan mucho tiempo ,estar paseando por los blog como antes ,pero te prometo que volvere hacerte una visita muy pronto , te quier tu amiga pitufita besos pitufosos solo para ti .
Wow!! Me ha gustado mucho tu relato, demuestra lo inseguros que somos como humanos.
ResponderEliminarUn abrazo Tortuga!!
Y lo peor es que Adan ya estaba casado, ya te lo contaré otro día amiga Tortuga. Que se que eres tan curiosa como yo. Saludos.
ResponderEliminar