Un anciano sabio vivía en lo alto de una montaña.
Tenía dos jóvenes discípulos, muy deseosos de aprender y muy inteligentes.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas, sin dudar.
Jamás dudaba.
Con el tiempo, los discípulos decidieron inventar una pregunta que el anciano no supiera responder.
Uno de los jóvenes capturó una mariposa azul y dijo al otro:
-Voy a esconder la mariposa en mi mano derecha, le pregúntaré al Maestro si está viva o muerta.
Si dice que está muerta, abriré mi mano y la dejaré volar.
Si dice que viva, la apretaré y la aplastaré.
Cualquiera que séa la respuesta, ¡será una respuesta equivocada!.
Vieron llegar al anciano. ¡Era el momento!.
-Tengo aquí una mariposa azul-
Se dirigió a él aquél joven.
-Dígame, Maestro, ¿está viva o muerta?
¡DEPENDE DE TÍ!
Sonrió, calmadamente el sabio.
-¡Élla está en tus manos!
MORALEJA.......¿CUAL ES VUESTRA MORALEJA?
¡Está genial, Tortuguita! No lo había oido nunca y me encanta...preciosa reflexión.
ResponderEliminarMi moraleja es que la decisión de la vida, de lo que pretendemos o queremos hacer con ella ...siempre depende de nosotros, de nadie más.
Gracias por esta entrada, estos días me viene bien para tomar decisiones y ratificarme en ellas.
BEsotes.
la decisión depende de nosotros, está en nuestras manos, pero es deficil responder calmadamente y asumir responsabilidades, eso -pienso- es cosa de sabios. De ahí la diferencia. Me encantan los cuentos y breves, dos veces. Besos
ResponderEliminar¿El libre albedrío?
ResponderEliminarSalu2
Las decisiones que tomamos libremente, afectan a otras personas que dependen de nosotros, tanto como a nosotros mismos. Es el efecto (mano-mariposa)
ResponderEliminarTampoco es bueno poner a prueba a quien tiene las respuestas, porque aún no estando preparados para recibirlas, nos las van a dar cuando se lo pidamos.
Bello.
Un saludo
El sabio, era sabio por algo. Que buena historia, procuraré aplicarla.
ResponderEliminarUn saludo Tortuguilla.
Por cierto las personas que jugaron a lo que describes en tu entrada anterior, de mayores se parecen mucho al Sabio.
Hola amiga una moraleja muy buena
ResponderEliminardonde el sabio le dio a su dicipulo
una clase sobre la humildad...
Depende del cerrar de la mano si es calida
como un rayo de sol o fria como el hielo...
Un fuerte abrazo besos que
tengas un feliz dia....
¿Tenemos en nuestras manos el futuro de los
ResponderEliminarmás indefensos?
Besos, tortuguilla.
Precioso cuentito. Puro Zen...
ResponderEliminarMoraleja?... no, ráfagas de certeza.
Un beso Zen.