IMPRESIONES DE UNA TORTOGA

TODOS VIVIMOS BAJO EL MISMO CIELO, PERO NO TODOS , TENEMOS EL MISMO HORIZONTE

miércoles, 6 de octubre de 2010

LA MARIPOSA AZUL



Un anciano sabio vivía en lo alto de una montaña.

Tenía dos jóvenes discípulos, muy deseosos de aprender y muy inteligentes.

El sabio siempre respondía a todas las preguntas, sin dudar.

Jamás dudaba.

Con el tiempo, los discípulos decidieron inventar una pregunta que el anciano no supiera responder.

Uno de los jóvenes capturó una mariposa azul y dijo al otro:

-Voy a esconder la mariposa en mi mano derecha, le pregúntaré al Maestro si está viva o muerta.

Si dice que está muerta, abriré mi mano y la dejaré volar.

Si dice que viva, la apretaré y la aplastaré.

Cualquiera que séa la respuesta, ¡será una respuesta equivocada!.

Vieron llegar al anciano. ¡Era el momento!.

-Tengo aquí una mariposa azul-

Se dirigió a él aquél joven.

-Dígame, Maestro, ¿está viva o muerta?

¡DEPENDE DE TÍ!

Sonrió, calmadamente el sabio.

-¡Élla está en tus manos!









MORALEJA.......¿CUAL ES VUESTRA MORALEJA?

8 comentarios:

  1. ¡Está genial, Tortuguita! No lo había oido nunca y me encanta...preciosa reflexión.
    Mi moraleja es que la decisión de la vida, de lo que pretendemos o queremos hacer con ella ...siempre depende de nosotros, de nadie más.
    Gracias por esta entrada, estos días me viene bien para tomar decisiones y ratificarme en ellas.
    BEsotes.

    ResponderEliminar
  2. la decisión depende de nosotros, está en nuestras manos, pero es deficil responder calmadamente y asumir responsabilidades, eso -pienso- es cosa de sabios. De ahí la diferencia. Me encantan los cuentos y breves, dos veces. Besos

    ResponderEliminar
  3. Las decisiones que tomamos libremente, afectan a otras personas que dependen de nosotros, tanto como a nosotros mismos. Es el efecto (mano-mariposa)

    Tampoco es bueno poner a prueba a quien tiene las respuestas, porque aún no estando preparados para recibirlas, nos las van a dar cuando se lo pidamos.

    Bello.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. El sabio, era sabio por algo. Que buena historia, procuraré aplicarla.
    Un saludo Tortuguilla.
    Por cierto las personas que jugaron a lo que describes en tu entrada anterior, de mayores se parecen mucho al Sabio.

    ResponderEliminar
  5. Hola amiga una moraleja muy buena
    donde el sabio le dio a su dicipulo
    una clase sobre la humildad...

    Depende del cerrar de la mano si es calida
    como un rayo de sol o fria como el hielo...

    Un fuerte abrazo besos que
    tengas un feliz dia....

    ResponderEliminar
  6. ¿Tenemos en nuestras manos el futuro de los
    más indefensos?

    Besos, tortuguilla.

    ResponderEliminar
  7. Precioso cuentito. Puro Zen...

    Moraleja?... no, ráfagas de certeza.

    Un beso Zen.

    ResponderEliminar